LA RESPONSABILIDAD
La responsabilidad es
un valor que está en la conciencia de la persona, que le
permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus
actos, siempre en el plano de lo moral.
Una vez que pasa al plano
ético (puesta en práctica), se establece la magnitud de dichas acciones y de
cómo afrontarlas de la manera más positiva e integral.
La persona responsable es
aquella que actúa consciente mente siendo él la causa directa o
indirecta de un hecho ocurrido. Está obligado a responder por alguna cosa o
alguna persona. También es el que cumple con sus obligaciones o que pone
cuidado y atención en lo que hace o decide. En el ámbito penal, culpable
de alguna cosa, acto o delito. En otro contexto, es la persona que tiene a su
cargo la dirección en una actividad.
Falta y Exceso De
Responsabilidad
Es muy notorio hoy en día
cuando nos cuesta mantener la vida en un término medio en todos nuestros
comportamientos, siempre vamos de un polo a otro. Estamos felices o tristes;
nos sentimos muy animados; trabajamos mucho o poco; somos diligentes o
perezosos una falta o exceso conductas, también padecemos una falta o exceso de
responsabilidad. Hay personas las cuales no descansan ni física ni
mentalmente, atormentados por las constantes presiones que sienten por su
exceso de responsabilidad; mientras que otras personas son tremenda mente irresponsables,
y parece que nunca se hacen cargo de lo que deben hacer, y dándole a
otros sus deberes.
Ninguna de las dos es
buena porque un día estamos de un lado y otro día del otro o sea un día somos
responsables y el otro no. La persona debe tratar de mantenerse en punto medio
para mantener la concordancia. A nadie más que a uno mismo le afecta si es
irresponsable, porque los demás lo señalaran de una u otra manera, y tarde o
temprano deberá hacerse cargo de aquello que siempre elude. Por lo cual la
responsabilidad es inevitable, no se puede escapar de ella aunque se quiera. A
nadie más que a uno mismo, le afecta ser excesivamente responsable, porque en
algún momento se sentirá oprimido por él, pero de las obligaciones.
¿Qué significa
responsabilidad?
Responsabilidad significa
capacidad de responder, de dar cuenta de nuestros actos.
La conducta irresponsable es conducta inmadura. Asumir una
responsabilidad ser responsable es indicio de madurez. Cuando procuramos ayudar
a nuestros hijos a ser personas responsables, los ayudamos a alcanzar la
madurez. "La responsabilidad, para ser razonable, se debe limitar a los
objetos que están dentro del poder de la parte responsable, y para ser efectiva
debe relacionarse con operaciones de ese poder". Las personas
que no han alcanzado la madurez aún no son plenamente dueñas de sus poderes y
de tener libertad.
Es una perogrullada
afirmar que todo lo que se ha hecho en la historia del mundo es obra
de alguien; alguna persona ha ejercido algún poder para hacerlo. Nuestra parte
de responsabilidad por lo que hacemos individualmente o en concierto con los
demás varía con las estructuras sociales y políticas dentro
de las que obramos, pero en general aumenta con la madurez.
Adán fue inmaduro al
culpar a Eva al descubrir que había comido el fruto prohibido en el Jardín del
Edén, y fue Eva inmadura quien a la vez culpó a la seductora serpiente:
"¡Ella me instó a hacerlo!". Esta frase refleja un drama arquetípico
que se representa en cada generación, cuando los hermanos y compañeros
de juegos deben responder de sus travesuras.
Pero no termina allí. Esta
inmadurez también se prolonga inadvertidamente entre los adultos. Casi todos
tienen excusas cuando las cosas salen mal. Entre los políticos, es común
utilizar formas impersonales para evitar la culpa. "Se cometieron
errores".
Las personas responsables
son personas maduras que se hacen cargo de sí mismas y su conducta, que son
dueñas de sus actos y dan cuenta de ellos, responden por ellos. Para fomentar
la madurez y la responsabilidad en nuestros hijos, debemos valernos de los
mismos recursos que utilizamos para cultivar otras características
deseables la práctica y el ejemplo. Las tareas domésticas, las tareas escolares
y otras actividades contribuyen a la maduración si el ejemplo y las
expectativas de los padres son claros, coherentes y acordes con las aptitudes
que el niño está desarrollando.
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