Valores Humanos Cristianos
El valor moral, al igual que los
otros tipos de valores, también se expresa por una relación. O mejor dicho, es
una cualidad contenida en el hombre y en su conducta, y que se
relaciona adecuadamente con otro objeto, que desde el punto de vista cristiano
es Dios, el cual se toma como punto de referencia.
Como se dijo anteriormente, los
valores morales dependen exclusivamente del libre albedrío, los que se conoce
también como libertad, esto quiere decir que la libertad es una condición
necesaria para que se dé el valor moral por lo tanto no habría Moralidad si
no hubiera libertad. No todos los actos libres tienen un valor moral positivo,
o sea que la libertad no basta para darle valor moral positivo a un acto.
También hay actos libres con valor moral negativo. Es por esto, que la libertad
queda como una condición necesaria, pero no suficiente para otorgar valor moral
a la conducta humana.
¿Cuáles son los principales valores que Jesús propone en el Evangelio?.
El Evangelio recomienda una serie
de valores y orientaciones morales para que los creyentes en Jesús sean más
felices. Son los mismos valores que vivió Él a lo largo de su vida y que los
cristianos deben vivir para imitar a su maestro en todo.
1.- El primer valor es la conversión que consiste en el
arrepentimiento de los pecados y el cambio de vida: En Mc. 1,14 Jesús decía:“Convertíos
y creed en el evangelio”. Jesús no se refiere sólo a que no cometer actos
malos, sino a cambiar las actitudes de vida y la escala de valores.
Por ejemplo si uno/a es perezoso,
debe intentar corregir esta actitud y valorar más el trabajo o el estudio. Si
alguien es egoísta, debe cambiar esa actitud y amar y respetar a los demás. Si
uno es avariciosos debe cambiar esa actitud y en vez de preocuparse tanto por
su riqueza, preocuparse de la dignidad de su prójimo. Si uno es irascible (es
decir que se enfada siempre y sin razón) debe cambiar esa actitud para ser más
amable y respetuoso. Si uno es lujurioso y sólo piensa en el sexo, debe cambiar
su actitud y valorar a los demás no como objetos de placer sino como personas
que tienen una dignidad y a las que hay que respetar.
Este cambio de actitud y de vida
es lo que Jesús quiere para sus seguidores.
Una vez que el cristiano se
convierte, debe vivir otros valores que propone Jesús: ¿Cuales son?
2.- El amor a Dios y el amor al prójimo. Con esta frase,
Jesucristo resumió todos los mandamiento. Jesús nos dice en Jn. 13, 34-35: “Os
doy un mandamiento nuevo, que os améis unos a otros como yo os he amado”. Evidentemente
no se puede amar a Dios si no se ama al prójimo.
3.- Jesucristo quiere que ese amor al prójimo se debe concretar en una
serie de acciones que él mismo nos enseña en Mt 25:"Dar de comer al
hambriento, dar de beber al sediento, hospedar al forastero, visitar al enfermo
y al encarcelado, vestir al desnudo". Después la Iglesia, siguiendo
este evangelio, añadió otras recomendaciones llamadas obras de
misericordia como: enseñar al que no sabe, dar buen consejo al que lo
necesita, corregir al que se equivoca, consolar al triste, tener paciencia con
los defectos del prójimo, etc.
4.- Pero Jesús quiere que sus seguidores lleguen incluso más lejos.
Por eso propone que hay que amar a nuestros enemigos y a los que nos
desean el mal. "Porque si sólo amáis a los que os aman y sólo hacéis
el bien a los que os corresponden ¿Qué mérito tenéis?. Eso lo sabe hacer todo
el mundo. Vosotros en cambio: amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad
sin esperar nada a cambio: tendréis un gran premio y seréis hijos del
Altísimo... " (cf. en Lc 6,27-38)
5.- Otro de los valores que propone Jesús es el perdón y la
misericordia. “Hay que perdonar, no 7 veces sino hasta 70 veces 7”. Por
tanto el cristiano debe perdonar siempre y no buscar la venganza. Es más, Jesús
quiere que antes de ver los pecados y defectos de los otros, uno se mire así
mismo. Antes de criticar y de hablar mal de los otros, Jesús propone que cada
uno se mire su interior y se corrija: En Lc 6,27-38 dice: "Sed
compasivos como vuestro Padre del cielo es compasivo. No juzguéis y no seréis
juzgados, no condenéis y no seréis condenados. Perdonad y seréis perdonados,
dad y se os dará... La medida que uséis la usarán con vosotros". Y en
otro pasaje dice: "el que esté limpio de pecado que tire la primera
piedra" (Jn 8, 1-11)
6. - Pero la mejor definición de cómo debe ser la vida de un cristiano
la encontramos en Mt 5: Las bienaventuranzas:
- Hay que ser pobre de espíritu: No hay que vivir pendientes de la
riqueza porque no es lo más importante de este mundo "no solo de pan
vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" (Mt 4,4).
Hay que ser humildes y sencillos, no hay que buscar los honores y los puestos
importantes, etc.
- Sufrir y llorar con los que sufren: Hay que ser solidarios y
acompañar a la gente en los momentos de dolor, hay que saber ayudar a los que
sufren, nunca debemos burlarnos de las desgracias ajenas, ni desear mal a
nadie.
- Trabajar por la justicia: Esto implica denunciar la injusticia y
corregir a los injustos. No hay que callar ante la injusticia sino ser
valientes y saber corregir al que está equivocado, para no hacernos cómplices
de su pecado o error. Las críticas deben ser constructivas y hechas con amor y
nunca destructivas y por detrás.
- Ser misericordiosos: se refiere a saber perdonar a los demás y a
tener cuidado con las críticas destructivas "Perdónanos nuestras
ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden".
- Ser limpios de corazón: Se trata de ser personas que vayan con la
verdad por delante y no hay que ser falsos ni hipócritas ni mentirosos. Hay que
ser limpios, evitar la maldad, evitar el pecado, e intentar ser santos y
perfectos como lo fue Jesús.
- Ser pacíficos: No hay que ser violentos ni agresivos, y hay que
trabajar por la paz y la reconciliación siempre.
7.- Jesús nos enseña también el valor de la vigilancia, es
decir, pensar que el cristiano cualquier día se tiene que morir y dejará este
mundo y en ese momento se le preguntará sobre lo que ha hecho en esta vida. Por
eso Jesús quiere que estemos preparados para el día en que él nos llame a su
presencia. Y ese día vamos a pasar por el último examen de nuestra vida. San
Juan de la Cruz decía que es día nos examinarán del amor. Y la pregunta del
examen ya la sabemos: ¿Cómo te has comportado en este mundo?.
8.- En la Parábola del Buen Samaritano Jesucristo nos enseña los
valores de la solidaridad, la igualdad y la dignidad humana. Todas las
personas son personas y hay que respetarlas como tales, aunque sean de otra
raza, lengua o nación. Hay que pararse ante los problemas de los demás y no
pasar de largo. Los demás también son personas, con unos derechos y con una
dignidad que hay que respetar.
Jesucristo no dejó escrito ningún código de comportamiento, pero sí
que enseñó cómo debemos comportarnos. Por eso a lo largo de la Historia, cada
vez que se plantean problemas morales, la Iglesia, siguiendo el Evangelio,
orienta la vida de los cristianos.
1.11.- Actitudes fundamentales para los cristianos: LAS VIRTUDES.
La Moral no es solo hacer el bien y evitar las malas acciones, sino
vivir un estilo de vida en las que las actitudes de cada uno sean las
correctas. A estas actitudes correctas las llamamos virtudes. Las virtudes, por
tanto, se pueden definir como maneras de comportarse, actitudes correctas,
perfecciones habituales que nos ayudan a llevar una vida moralmente buena.
Veamos una serie de virtudes que
ayudan a los cristianos a vivir una buena conducta:
1. - la Fe. Jesús nos pide que creamos en él, que confiemos en
su persona. Jesús alaba la fe de los que creen en él como el centurión romano
(cf. en Mt 8,10) y se enfada cuando sus discípulos les falta fe (cf. en Mc
4,40s y 8,17s.). Creer en Dios significa que el creyente debe hacer el bien y
amar a Dios y al prójimo. Si uno dice que cree en Dios pero se porta mal con el
prójimo, no es un verdadero creyente y no está dando un buen testimonio de
Jesús. Creer significa evitar las ocasiones de pecar.
2.- Esperanza. La esperanza es esa actitud en que confiamos
que Dios cumpla todas las promesas que nos hizo: Que nos salvará del pecado,
que resucitaremos en el último día, que veremos a Dios en el cielo.
La esperanza ayuda a obrar el
bien porque estamos convencidos que después de los sufrimientos por los que
atravesamos en este mundo viene el premio, la felicidad. La esperanza de los
cristianos también está en construir un mundo mejor, en instaurar la justicia,
en que el mal no debe reinar. Pero la esperanza no está debe quedarse sólo en
hacer un mundo mejor, como lo entienden muchos ateos y agnósticos. La esperanza
de los cristianos consiste en hacer un mundo mejor, pero también en la vida
eterna y en la resurrección final.
La esperanza, por tanto, nos
ayuda a actuar correctamente y a hacer que otros también actúen correctamente.
3. - El Amor o la Caridad. San Pablo dice que de las tres
virtudes: Fe Esperanza y Caridad, la más importante es la Caridad. Y es que
resulta que si alguien pregunta acerca de si uno es buena persona o no, no se
fija en si cree o tiene esperanza, sino en si ama. Está claro que el que ama,
cree y espera, pero el que no ama tiene una fe vacía y una esperanza vacía.
El amor crea unidad entre las
personas. Los que aman se sienten unidos entre sí. El amor es preocupación por
la felicidad de los otros, saber perdonar y darlo todo por los demás, incluso
amor a los enemigos. El amor tiene su recompensa cuando se hace felices a los
otros, por eso el amor autentico no es buscar mi propia felicidad sino la
felicidad de los otros.
San Pablo nos dice como debe de
ser el amor de los Cristianos: “el amor es paciente, es servicial y no tiene
envidia; no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se
irrita, no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza
con la verdad. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites,
aguarda sin límites. El amor no pasa nunca”.
Otras virtudes importantes que
ayudan a ser buenos son:
- La Justicia. La Biblia dice que Dios siempre es justo, por
eso los creyentes deben ser justos y buscar la justicia siempre.
- La Misericordia: saber perdonar y ayudar a los demás. Las
obras de misericordia ya las hemos visto: dar de comer al hambriento, dar de
beber al sediento, vestir al desnudo, dar posada al peregrino, visitar a los
enfermos y encarcelados, enterrar a los muertos, enseñar al que no sabe,
aconsejar a los que dudan, consolar al triste, corregir a los que pecan,
perdonar las ofensas, soportar con paciencia los defectos del prójimo, orar por
los vivos y los muertos.
- La fidelidad. Es la actitud de mantenerse firme creyendo en
el señor, cuando las cosas van bien y cuando las cosas van mal. Hay que
mantenerse firmes en el Señor incluso en situaciones extremas. Los mártires
fueron fieles al Señor incluso en el martirio.
- Prudencia. Se podría definir como la actitud de pensar las
cosas antes de decirlas, de decidir las cosas antes de obrarlas, de elegir el
bien antes que el mal.
- Templanza. Se podría definir como el dominio de si mismo, el
moderar los deseos desordenados (La soberbia, la avaricia, la lujuria, la ira,
el odio, la venganza, la gula, la pereza, etc.).
- Fortaleza. Se refiere a ser constantes en algo. Para los
cristianos significa ser constantes en seguir a Cristo.